La interacción que tenemos con el medio ambiente y con la misma sociedad, la mayoría de las veces es pacífica. Sin embargo, a lo largo de la historia de la humanidad se han registrado infinidad de catástrofes naturales y/o generadas por el mismo hombre.

A lo largo de nuestra vida hemos aprendido a convivir con este riesgo. Los sucesos inesperados muchas de las veces tienen la mano del hombre como origen. Todos los días nos encontramos expuestos a cualquier tipo de contingencia, la misma naturaleza nos previene de algunas calamidades, desgraciadamente la acción del hombre muchas veces es inútil debido a la fuerza de la naturaleza.

Aunque hasta hoy en día es imposible predecir un sismo o la erupción de un volcán, esto nos ha llevado a desarrollar medidas preventivas en caso de encontrarnos ante una situación de emergencia, medidas enfocadas a reducir o mitigar los posibles daños a la sociedad, ya que los desastres alteran el funcionamiento del sistema económico, político, de salud pública y asistencia social.

Puebla, por su situación, extensión geográfica, características topográficas, hidrológicas, geológicas y ambientales de su territorio, está expuesto a sufrir daños a la propiedad, personas y salud, causados por desastres naturales o antropogénicos. Todo esto debido a que se encuentra situado en una de las zonas con mayor actividad sísmica.